Sólo hay que echar mano del ingenio y la creatividad.

Como materiales vamos a necesitar:
 
Un poco de follaje de pino, cuatro velas y cuatro moños. Los colores para las velas son en este orden:
 
Rojo, nos recuerda el amor de Dios que  envió a su hijo a salvarnos.
 
Morado, nos invita a la penitencia para recibir al niñito con un corazón limpio.
 
Verde, la esperanza de una vida nueva con Cristo.
 
Amarilla, porque Cristo es la luz.
 
Hay coronas más modernas que incorporan una vela más. La vela Blanca significa la solemnidad y que ya estamos dentro del tiempo de Navidad.