Señor:
 Queremos darte gracias
 porque desde hace veinte años
 el pueblo que peregrina
 en la Ciudad de México
 tiene al frente un pastor
 según Tu corazón.
 
 Gracias
 porque fue dócil a Tu llamado y aceptó el desafío y la responsabilidad 
 de ser padre, hermano, amigo,
 guía y amoroso servidor de Tu rebaño.                                 
 
 Gracias 
 porque está siempre dispuesto 
 a atender a Tus ovejas,
 ayudar a las pobres, consolar a las enfermas,
 visitar a las encarceladas,
 dialogar con las jóvenes, acercar a las alejadas.
 salir incansable al encuentro de todas,
 y conducirlas hacia sendas seguras
 aun en medio de oscuridades y tormentas.
 
 Te pedimos, Señor,
 por intercesión de Santa María de Guadalupe, 
   que lo sigas colmando 
 de Tu gracia y bendición
 y le concedas continuar con su encomienda 
 de construír con fe, esperanza y caridad Tu Reino 
 y ser testigo valiente y fiel de Tu Evangelio.
 Amén.