Por el Sínodo de las Familias y el Año de la Misericordia.
La edición XXIV del Rosario Viviente de la Arquidiócesis de México, se realizó en el atrio de la Insigne y Nacional Basílica de Guadalupe, donde participaron los obispos auxiliares de las ocho vicarías episcopales, así como los fieles laicos de cada una de ellas. Mons. Armando Colín, Obispo Auxiliar de la Primera Vicaría, se encargó de dirigir el rezo del rosario, inicio con un caluroso saludo de parte del Cardenal Norberto Rivera Carrera quien en esta ocasión no preside el Rosario Arquidiocesano ya que encuentra en el Vaticano participando en el Sínodo de la Familia, unidos a nuestro pastor desde este lugar Mariano, donde nuestro padre Dios manifiesta su misericordia a través del dulce rostro de nuestra morenita del Tepeyac, Santa María de Guadalupe.
La Oración Cantada estuvo a cargo de Mons. Pedro Agustín Rivera, se ofreció el Rosario Viviente por los obispos que encabezados por el Papa Francisco analizaran la vocación y la misión de la familia en la iglesia en el mundo contemporáneo, por la multitud de bendiciones que Dios derramará sobre el mundo y nuestro país, sobre nuestras familias y comunidades parroquiales, sobre cada uno de nosotros con la celebración del año de la misericordia y sobre nuestra ciudad con la celebración del Segundo Congreso Eucarístico Arquidiocesano, se pidió por los cristianos perseguidos en el mundo. Por las necesidades de nuestras familias, de la infancia y de la juventud, también se ofreció el Santo Rosario como expresión de gratitud y júbilo por la visita del Papa Francisco a nuestra arquidiócesis y de nuestro país en el próximo año.
Galería.
